La Segunda nuestra de cada día...

Foto: Miguel Guimaray

Como para no perder la costumbre el Torneo de Ascenso se ve encuentra una vez más en medio de la polémica, al igual que en años anteriores. En esste caso el tema obedece a las deudas, que aquejan a todos los equipos participantes y que incluso estarían a punto de costarle la categoría al club Atlético Torino.

Previo al inicio de la temporada 2011 Sport Áncash fue sancionado con la pérdida de 4 puntos a raíz de los pagos pendientes con la Agremiación correspondientes al año anterior. Incluso el arranque del torneo fue retrazado casi un mes debido a que varios equipos no firmaron un acuerdo en el cual se comprometían cumplir con las obligaciones que vienen arrastrando desde años anteriores.

El objetivo de la descentralización de la Segunda en el año 2006 era que esta categoria se convirtiera en un filtro natural entre el fútbol profesional y el fútbol amateur; en otras palabras, poder separar a los clubes profesionales de los equipos amateurs que en su mayoría se manejand de manera improvisada, convirtiendo en obsoleto el formato actual de la Copa Perú. Pero la realidad es otra, casi 5 años después nos encontramos ante un campeonato que recibe poca difusión en la prensa, salvo algún incidente extraño como el ocurrido el año pasado en la última fecha del torneo en el encuentro entre Hijos de Acosvinchos y Sport Áncash, cuando los jugadores del cuadro local sufrieron malestares estomacales y mareos que les impidieron finalizar el encuentro. Este hecho si fue noticia en varios canales y llegó incluso a la portada de muchos diarios, cuando se dan este tipo de situaciones recién se acuerdan del Torneo de Ascenso, incluso la propia prensa que se autodenomina especializada vive pendiente de lo que es la primera división y se olvida de lo que es el ascenso, en especial de una categoría como la Segunda División.

El problema radica también en la poca importancia que puede generar un campeonato que en donde la criollada es el pan de cada día, a pesar del esfuezo que pueden hacer quienes trabajan en la ADFP-SD por sacar el barco a flote. Resulta complicado vender el producto Segunda División como tal si existen equipos con dirigentes que sólo piensan en el beneficio propio, dejando de lado lo que representa un club (pequeño o grande) para la ciudad, para su distrito.

La falta de apoyo seguirá siendo la constante en la categoria si verdaderamente no se realiza un trabajo serio, honesto y con una planificiación a futuro que permita a los equipos crecer como instituciones sólidas. Lamentablemente este crecimiento tiene que ir de la mano de la difusión del torneo, principalmente por parte de la empresa dueña de los derechos de transmisión que sólo se concentra en los clubes limeños y se olvida por completo de los equipos del interior del país. El problema radica en que a Media Networks simplemente no le interesa el fútbol del ascenso, a pesar de que sus propios periodistas digan lo contrario, pero ya todos sabemos que esta empresa es y será como el perro del hortelano.

Lo concreto es que un cambio en la categoría resulta más que necesario para encaminarse hacia la profesionalización, pero por momentos da la sensación de que este objetivo se encuentra cada vez más lejos y que se deberá luchar de manera incansable para que la Segunda División sea considerado como un campeonato serio y rentable.

Por Giancarlo Córdova - @giancarlogcv