El Sport Águila ha construido su historia con héroes y villanos propios. En sus 62 años de fundación sigue persiguiendo - con cierta dosis de masoquismo - el fútbol profesional. Este club que ha despertado la mayor pasión por el fútbol en La Incontrastable está de fiesta.
Con ella han nacido jornadas épicas, gloriosas, trágicas y hasta vergonzosas. A pesar del pésimo manejo dirigencial que se ha evidenciado en los últimos años, el 2010 seguirá apostando por el torneo de Segunda, con la misma y terca obstinación.
Al culminar la temporada 2009 de la Segunda División, surgió el rumor de la venta del elenco aguilero. Los más de 200 mil dólares que habían invertido en todo el año no vieron resultados. Quedaron en el quinto lugar en la posición general y la taquilla tampoco les fue auspiciosa porque la afición se volcaba a ver fútbol de primera con el Sport Huancayo.
Algunos cooperantes o socios del club se desentendieron y la venta del conjunto se hacía inevitable.El pasado 25 de diciembre, el día de aniversario de la institución, el máximo dirigente del club, Héctor Idóneo Quispe Bernaola, asumió nuevamente el mando con el mismo ímpetu de un padre responsable. "Nadie quiere hacerse cargo", esgrimió.
Así, el más grande distribuidor ferretero de la región se hacía de las riendas del equipo de Huancán y lo primero que hizo fue descartar la venta de su club e inyectarle una inversión millonaria para el 2010.
"Estuve a punto de venderlo. He recibido ofertas del Manucci de Trujillo, del Inca Garcilazo del Cusco, y del mismo Sport Huancayo (a través de terceros)", confesó.
En los 15 años que condujo los destinos del Sport Águila, Idóneo Quispe lo llevó sin éxito a la cúspide del mundo futbolero. Vistieron sus sedas un centenar de futbolistas sin nombre y muchos reconocidos, varios de ellos en el ocaso de su carrera. Este año inició la temporada como uno de los favoritos para el ascenso, pero quedó quinto con un espectáculo vergonzoso: su preparador Elmer Castro tumbó de un recio cabezazo al juez de línea.
Idóneo asegura que los años le han infringido carácter para manejar el fútbol.
"Los jugadores que he tenido este año me han decepcionado. Les di techo, comida, y me han pagado de mala manera. Se venden a quien les da más. El fútbol está lleno de ese tipo de personas", señaló ofuscado
Ahora, asegura que su apuesta será por jóvenes y así encarará el sueño del fútbol profesional que siempre le fue esquivo.
Por Jhefryn Sedano - Correo Huancayo