Foto: Miguel Guimaray
Dicen que para un alpinista lo más difícil es mantenerse en la cima una vez que ha llegado a su montaña. muchos equipos históricos del mundo alguna vez en su vida llegaron a la cima para luego caer a un abismo sin vacío o bien volver desde sus cenizas como el ave fénix, precisamente esto refleja todo el existir de un equipo de fútbol en la Segunda División Profesional.
A lo largo de la historia del fútbol hemos podido comprender que el sentimiento que un fanático puede tener por su equipo de primera división es el mismo que el de aquel fanático cuando ve a su equipo jugando en segunda, y es que cada partido de este “largo camino” hace sentir a cualquiera la misma adrenalina que un encuentro en la más alta élite del fútbol mundial - llámese liga italiana, española o inglesa -. Cada grito alentador, cada palabra de gol, nos hace entender en que radica realmente la belleza de este deporte. Muchas veces para la gente es difícil entender o comprender realmente lo que tiene que pasar un jugador que milita en un equipo de la liga de ascenso para poder sobresalir y conseguir el éxito; un ejemplo de esto es Edwin Retamozo que recién a los 24 años de edad-hoy tiene 29-pudo debutar en Primera División y ser convocado por primera vez a la Selección Peruana, no hay que olvidarnos que el futbolista primero es persona y siempre prima en el un deseo de superación que a su vez le permita alcanzar objetivos profesionales a corto plazo.
Creo yo, desde mi punto de vista, que al hincha peruano se le puede concientizar aún más sobre que tan importante es la Segunda División, sobre la motivación extra que siente un jugador que participa en ese liga al ver un estadio literalmente lleno y con el aliento de verdaderos hinchas que amen al fútbol como deporte y no como una moda. El espectáculo esta garantizado, sólo compremos los boletos. ¿Se anima alguien?
Por Jean Dueñas
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