¿Y ahora?

Finalmente se confirmó el retiro de la Universidad San Martín de Porres, el rector José Antonio Chang no dio marcha atrás en su decisión de abandonar el fútbol profesional debido en gran parte debido al acto de rebeldía cometido por sus jugadores al apoyar la huelga convocada por la Agremiación aún cuando se encontraban al día con sus salarios.

El desenlace de la novela que mantuvo en vilo a todos los amantes del fútbol en nuestro país no podía ser más nefasto; jugadores desempleados, familias que dependían directa o indirectamente de este club que quedarán ahora en la calle y los dirigentes corruptos de siempre seguirán haciendo de las suyas. Aqui lo concreto es que esta huelga simple y sencillamente no sirvió de nada, la informalidad una vez más se salió con la suya y los "medios especializados" que apoyaron esta medida de fuerza sólo con el afán de hacerse notar tampoco harán un mea culpa porque se creen los dueños de la verdad y gritan dignidad sólo cuando les conviene.

Decepciona la incapacidad mostrada por la FPF y en especial por su presidente, Manuel Burga, quien dejó que las cosas siguieran su curso. Lejos de intervenir y buscar soluciones concretas Burga fue un espectador más en esta historia, al igual que la Agremiación quienes lejos de apoyar a los jugadores del elenco albo los dejaron a su suerte. Resulta vergonzoso que la SAFAP se lave las manos en todo este asunto. Bien lo dijo alguna vez Carlos López Coronado, abogado del club Atlético Torino: "Parece que a la SAFAP no le interesa velar por la fuente de trabajo de sus agremiados (los clubes), sólo se dedican a ponerles trabas".

San Martín se une (de manera injusta) a equipos como Atlético Universidad, Estudiantes - Grau, IDUNSA, Sport Águila, Total Chalaco que desaparecieron de la noche a la mañana. Lamentablemente ni sus simpatizantes ni sus socios quisieron poner la mano al pecho (y la otra en el bolsillo) para salvar "al club de sus amores" de la desaparición con lo cual llega a su fin la historia de un equipo que quiso hacer las cosas de manera distinta a los demás y finalmente se estrelló con la triste realidad del fútbol peruano. En lo personal sólo me queda borrar al cuadro santo de mi juego de Fifa y llenar ese espacio con Pacífico FC o Deportivo Coopsol, pero en el mundo real los dirigentes tramposos de siempre nos ganaron una vez más.

Por Giancarlo Córdova - Twitter: @giancarlogcv