Erase una vez un pastor que se divertía engañando a sus vecinos del pueblo gritando que venía el lobo, hasta que un día la mentira se convirtió en realidad pero esta vez nadie le creyó. Una comparación similar es la que podemos hacer respecto a lo que sucede con el Sport Áncash, cuyo presidente reclama que los intereses que pretende cobrarle la Agremiación son por demás abusivos.
De acuerdo con José Mallqui, la SAFAP pretende incluir una clausula en la cual el cuadro ancashino estaría en la obligación de pagar una penalidad del 100% con respecto al monto total de la cuota pendiente cada vez que los huaracinos no cumplan con realizar sus pagos a tiempo. Incluso si el Sport Áncash logra el título esta temporada la Agremiación los obligaría a cancelar los meses de octubre, noviembre y diciembre en un plazo no mayor a 15 días.
Ante tales exigencias no es difícil darse cuenta que las condiciones impuestas por la Agremiación resultan ser un tanto injustas; en especial porque si Pepe Mallqui opta por el "camino fácil" (retirarse del torneo) se repetiría lo ocurrido con el club Juan Aurich, que tras perder la categoría en el año 2002 en medio de una grave crisis económica fue refundado (3 años más tarde) bajo el nombre de Juan Aurich de la Victoria, olvidándose por completo de las deudas y obligaciones que mantenía pendientes el "Ciclón" original.
José Mallqui tiene fama de dirigente corrupto y tramposo, eso es algo que ni periodistas ni aficionados pueden negar. Han sido varios los episodios polémicos en los que se ha visto envuelto y que le valieron la chapa de "Dirty Dog". Pero en esta ocasión el mandamás del cuadro ancashino tiene razón, no se puede pretender que un club pague intereses del 100% por cada cuota atrasada. Sport Áncash está en la obligación de pagar lo que debe, eso está claro; pero no se puede pretender asfixiar al equipo de esta forma y menos si no se cuenta con el respaldo económico necesario para hacerle frente a las deudas. La SAFAP tiene que entender que si el Áncash desaparece las deudas quedarán en el aire y nadie se hará responsable.
Independientemente de si los intereses que se pretende cobrar irán a para a manos de los jugadores demandantes o bien a las arcas de la Agremiación, el tema de replantear las deudas y evitar que la historia de clubes morosos se repita merece toda nuestra atención. No se puede permitir este tipo de atropellos, por parte de los clubes deudores ni tampoco que la SAFAP aproveche el pánico para cobrar intereses tan altos sin importar que tan grande es el monto que se adeuda. Al igual que en el cuento de Pedrito y el lobo, hoy por hoy nadie le cree a Mallqui en momentos en que demuestra su intensión de pagar (!) y reclama algo justo. La última palabra la tendrá la FPF que definirá el destino de los huaracinos en los próximos días, veremos pues si Burga apoyará o no a Pepe y lo defiende de ese lobo con piel de cordero llamado Agremiación.
Por Giancarlo Córdova - Twitter: @SegundaPeru
1 comentario:
POR FIN UN BUEN COMENTARIO GIAN. ME LEISTE LA MENTE.
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