lunes, 25 de enero de 2021

“Antes del soborno me extorsionaban y Lozano lo sabía”

Jean Acevedo, el titular del club de Pacasmayo afectado por el soborno al árbitro Santiváñez, habla sin vueltas y afirma que en la corrupción arbitral, Lozano es cómplice. 

No todos los robos pueden ser perjudiciales, a veces son providenciales y de manera extraña benefician a la víctima; cuando eso ocurre, son robos dudosos. Es el caso del árbitro Miguel Santiváñez quien denunció este 14 de enero en la comisaría de Salamanca el “robo de su billetera, 630 soles, dos tarjetas de crédito del Interbank y Continental, y dos tarjetas de débito de los mismos bancos, un canguro y un celular del operador Claro”. 

La policía se sorprendió porque Santiváñez, según informa el semanario Hildebrandt en sus trece, “no pidió ni las imágenes de las cámaras de seguridad ni volvió a interesarse por las investigaciones. Lo único que pidió fue dejar constancia del hecho”. Digamos que más que una denuncia ante la policía se trata de una burda maniobra ante la denuncia penal que planteará el presidente Jean Acevedo, el presidente de Sport Chavelines el club afectado por el soborno. Ver (https://once.pe/el-soborno-a-un-arbitro-y-el-rol-de-un-hombre-de-lozano/). 

En esta entrevista, el titular del club de Pacasmayo habla de frente y sin vueltas con una actitud que pocos tienen en el fútbol peruano. Al tener la valentía de enfrentarse a Lozano, corre el riesgo de que el titular de la FPF pretenda usar el arma que utiliza contra sus opositores: sancionarlos. Si lo hace, se estará confirmando que Lozano es la cabeza de la red deshonesta del arbitraje nacional. 

¿Qué hizo al recibir los pantallazos con las evidencias del soborno?
Me indigné y el mismo día se lo comuniqué al presidente de la federación, Agustín Lozano. Lo llamé desde Pacasmayo. Me dijo que tomaría cartas en el asunto pero hasta ahora nada. Después me llamó el señor Sulca de la CONAR y me pidió el material que tenía y se lo envié. Pasaron los días, volví a llamar a Lozano y tuve una discusión fuerte con él porque me dio a entender que tenía que esperar, que las investigaciones podían demorar días, semanas, meses. Yo me dije: él podrá esperar pero yo no. 

¿Con quién mas habló?
Me llamó Ángel Suárez de la Comisión de Auditoría y Ética. Estaba en Chiclayo, fui y me reuní con él. Me explicó que estaba haciendo una investigación pero lo vi con vacíos muy llamativos, vacíos que no me daban garantía de que iba a ser una buena investigación, además reunión fue muy informal. Decidí no declarar, no prestarme al show. Dice que está investigando. Veremos qué investiga. 

¿Usted va a optar por la vía penal?
Sí, porque Lozano no va a hacer nada, no confío en el organismo máximo que regula el fútbol nacional y este tema tiene que acabar. El año pasado afectó a mi club y este año a qué club afectará o repente nuevamente a nosotros. Sé que me voy a ganar muchos enemigos pero no podemos andar con medias tintas.

¿Qué pruebas tiene?
Yo hice una investigación privada y personal y he llegado hasta la persona que tenía las evidencias y me las hizo llegar. Por eso sé que es verdad y esa persona ha sido testigo de varias conversaciones. Tengo las pruebas documentadas. No soy un loco que sale a denunciar sin tener el sustento. No voy a arriesgarme a demandas por difamación o calumnia. 

¿Quién es? 
No voy a dar el nombre a la prensa. Se lo daré directamente a la fiscalía que es la institución que debe investigar legalmente. Tengo pruebas de cuándo me hizo entrega del material y no va a poder negarlo. Es una persona vinculada a Juan Merino Aurich. 

Después de anunciar que hará una denuncia penal ¿ha recibido presiones?
No sé cómo llamarlo pero el señor Jesús González, coordinador de Competiciones de la Liga de Fútbol Profesional de la FPF, llamó al gerente de mi club y le dijo que tengamos cuidado, que agotemos todas las vías deportivas porque yendo a lo penal según los estatutos la institución podría ser pasible de sanciones. ¿Pero sabe qué? si por hacer esto me sancionan que lo hagan pero no van a detener el proceso penal, decirles la verdad acá a ciertos dirigentes es ponerte la cruz pero no me importa. No podemos tener doble inversión: una para el equipo y otra para las personas que “te hagan subir”. Es intolerable. 

Usted no pide los puntos...
No. Alianza Atlético ya es el campeón y punto. Acá no hay ninguna intención de volver atrás, de jugar de nuevo el partido. Nada de eso. Yo estoy luchando por establecer un precedente y que esto no se repita. Malogran inversiones, ilusiones de un pueblo, de un equipo, del trabajo de un año por unos míseros soles. Lo que quiero es que sea un deporte sano. Yo no gano del fútbol ni un sol y otros ganan con los partidos de mi equipo. No puede ser. Ellos no son omnipotentes. Soy un luchador y no me dejo pisar el poncho por nadie y menos por un séquito de dirigentes que están ahí por sobones, por eso no les duele, porque no han sacado nada de su propio bolsillo. No es posible que en 45 minutos, un séquito de galifardos sucios te malogren un proyecto de todo un año. 

Pero esto no es de ahora, no empieza con el soborno a Santiváñez… 
Ya notaba cosas raras antes y le presentaba mis quejas a Agustín Lozano y él siempre me decía que iba a ver, que iban a cambiar, pero después del tema con Eduardo Chirinos ya me di cuenta que el asunto era grave. 

¿Que pasó con Chirinos?
Una persona se comunica con un trabajador mío y le dice que quiere hablar conmigo, pero nunca se identifica. Dice que tenía una propuesta de sponsoría. Un día va a un restaurante donde yo almorzaba en Lima y recién ahí se presenta. Era Eduardo Chirinos. Mi hermano googlea y me susurra al oído que se trataba de un árbitro. Me dijo que tenía un equipo para que pudiéramos subir, me pide treinta mil soles por partido. Que era un grupo y ahí ganaban varios. Para evitar que nos haga la vida imposible no lo mandé a rodar. Opté por decirle que lo iba a pensar para poder dar por finalizada la reunión. Pero me siguió llamando, jugamos un partido, perdimos y me llamó para cobrarme, según él “no habíamos aprovechado las oportunidades que nos había dado el árbitro”. Así como lo escucha, y tengo pruebas de eso. Me llamaba todas las semanas y tras tres partidos me comunicó ¡que le debíamos ¡noventa mil soles! 

¿Qué hizo entonces?
Le presenté mi queja a Lozano, en presencia de Sulca el jefe de la CONAR. Les dije que estaba siendo extorsionado. Nunca hicieron nada. Sulca me dijo que no era un árbitro que tenían en cuenta y Agustín Lozano dijo que “vamos a ver ” y “que no le haga caso”. A partir de ahí, comenzaron a suceder errores extraños en mis partidos. Yo creía que eran errores humanos pero analizando empezaban a ver que se equivocaban estando a cuatro o cinco metros de la jugada, muy raro. Después vino el partido con Alianza Atlético y un penal que no fue, un córner que no fue. Todo extraño hasta que descubrí que hubo un amaño. 

Usted apoyó a Lozano, ¿se arrepiente?
Sí, lamento haberle dado mi voto. Él es parte del problema. Cuando se sabe lo que está ocurriendo, tienes el poder para arreglarlo y si no lo haces, eres sospechoso de complicidad. Esto apesta, es lamentable, todo está manchado. Hay muchas cosas oscuras que deben salir a la luz.

ONCE.PE

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