Sin bombos y platillos Culminó el
campeonato de Segunda. El campeón una de las escuadras que más invirtió, Los Caimanes,
no fue el mejor de los equipos pero en un torneo que desde la segunda rueda se
volvió un triangular, fue el que consiguió el mejor puntaje.
Alfonso Ugarte se quedó con las ganas de
dar la vuelta olímpica, tenía un buen plantel aunque no supo ser sólido de
visita. La clave del éxito en todo torneo es ser imbatible en su feudo y afuera
robar los puntos que al final te permitan hacer el puntaje perfecto. Torino en
su último encuentro perdió el invicto como local ante Deportivo Coopsol, pero
eso quedará en lo anecdótico.
Lo cierto es que con poco presupuesto
realizaron una campaña interesante, antes de iniciar el torneo muchos lo veían
como el “patito feo”, y sobre la marcha se fue asentando y hasta las últimas
fechas luchó sus posibilidades. Coopsol tuvo un buen inició pero a mitad de
camino se fue desinflando.
San Alejandro pudo hacer una mejor campaña,
tenía un buen plantel, sin embargo, comenzaron muy tarde su preparación y eso
les jugó en contra. Alianza Universidad el equipo que mejor atacó y el que peor
defendió. Hoy en día el fútbol se rige por equilibrio y eso es lo que los huanuqueños
nunca consiguieron.
Dos de los equipos más populares Boys y
Muni, han quedado en deuda con su hinchada, el primero por serios problemas
económicos y el segundo por no haber sabido conformar un mejor plantel. En
cuanto a Huracán y Minero, para la
próxima temporada tendrán que ser más competitivos para alcanzar mayor
protagonismo.
Alianza Cristiana en pleno campeonato fue
inhabilitado, la pugna dirigencial por tomar el poder lo llevaron a tocar
fondo. Ni que hablar de Sport Áncash,
sus cuantiosas deudas lo hicieron desaparecer del torneo. Un campeonato que
deberá mejorar su nivel para la próxima temporada, con equipos que presenten un
mejor nivel futbolístico, que apueste por sangre nueva y con una economía sana.
Por Víctor
Bullón Bravo – Técnico de Fútbol