Sin lugar a dudas la participación del Alianza Porvenir Unicachi en Segunda División se ha convertido en una verdadera novela y que semana a semana sorprende a propios y extraños por su cambio de trama. En los últimos días el tema que ha captado la atención tanto de hinchas puneños y andahuaylinos, así como seguidores del fútbol del ascenso en general es la solicitud presentada por los directivos del cuadro yunguyeño para cambiar su localía a la ciudad de Andahuaylas. Esta petición obedece a que Unicachi habría sido adquirido finalmente por el empresario andahuaylino Clodoaldo Yñigo, con lo cual el equipo sería local en el estadio Los Chankas.
Lo que llama la atención es que el propio Rafael Coarita, en declaraciones a medios locales, señaló que Unicachi jugará de todas maneras sus partidos como local en la ciudad de Puno y tomó las versiones provenientes de Andahuaylas como simples rumores. En otras palabras, Coarita está tratando se sorprender al aficionado puneño y juliaqueño con declaraciones francamente contradictorias. El propio presidente de la Segunda División, Francisco Gonzáles Dávila, confirmó que la ADFP-SD estará analizando en los próximos días el cambio de sede. Incluso se sabe que el equipo pasaría a llamarse Deportivo Unicachi Los Chankas de Andahuaylas. Entonces decir que este equipo es y seguirá siendo el representante de la región Puno en el torneo de ascenso es una mentira más grande que el Estadio Torres Belón.
El último caso de "fusión institucional" que implicaba un cambio de sede estuvo a punto de darse el año pasado, cuando Daniel Salaverry intentó adquirir al club IDUNSA de Arequipa con la intención de mudar su localía a la ciudad de Trujillo y cambiar su razón social por la de Carlos Mannucci. Finalmente este proyectó no se concretó, debido a que la Asamblea de Delegados de la Segunda División puso como condición que este nuevo Mannucci jugara como local esa temporada en la "Ciudad Blanca" para recién al año siguiente hacerlo en el Estadio Mansiche de Trujillo.
Medios andahuaylinos señalan que el Deportivo Unicachi podría incluso jugar como local esta temporada en Puno y el próximo año se estaría mudando definitivamente a la región Apurímac.
La falta de seriedad y compromiso del Unicachi con la región Puno es más que obvia. Recordemos que tras perder la final de la Copa Perú ante el Unión Comercio sus dirigentes dejaron en claro que no les interesaba participar en Segunda División al no considerarlo un torneo rentable. Luego tomarían la decisión de tomar parte en el torneo de ascenso pero buscando cambiar su localía a la ciudad de Lima, lo que no fue aprobado por la ADFP-SD.
Nuevamente se produciría un amago de abandonar el campeonato, esta vez tras disputar un partido amistoso ante The Strongest de Bolivia, el cual no contó con una masiva asistencia por parte de los hinchas locales debido a que el encuentro fue programado a mitad de semana y en horas de la tarde (la falta de sentido común fue más que evidente). Esta supuesta falta de apoyo, sumado la polémica surgida a raíz del polémico arbitraje en los partidos de la final de la Copa Perú, ocasionó que una vez más Coarita amagara con abandonar la competición, algo que días después saldría a desmentir en medios de la ciudad capital.
Al parecer Coarita y compañía no tienen idea de lo que quieren, simplemente no la tienen clara. Aseguran tener las mejores intenciones para llevar el fútbol profesional a Puno, pero luego se olvidan el apoyo que les brindó el aficionado local durante su campaña en Copa Perú. Lamentablemente, este tipo de equipos híbridos no tienen razón de existir por cuanto le hacen un gran daño al fútbol peruano y esta vez le tocó al fútbol de la Región Puno.
Por Giancarlo Córdova
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