Ofuscado y molesto, llegó el entrenador del club porteño José Gálvez, Rafael Castillo Lazón, a la Municipalidad Provincial del Santa para exigir una explicación al presidente del club -y también alcalde de Chimbote- Luis Arroyo Rojas, por la demora de los salarios de los porteños.
En ausencia del burgomaestre, el orientador enrumbó junto a su comando técnico a buscar al titular galvista a una diligencia que tenía prevista por la costanera. Cuando se vieron las caras, los diálogos se pusieron tensos y se observó a un Arroyo completamente avergonzado, por su deuda, cómo era encarado por el DT.
FALTA DE RESPETO
En una pausa, el estratega comentó que la "cabeza" de de "La Franja", le dijo que lo entienda porque "las deudas a jugadores es una problemática nacional". "Me dijo que como hombre de fútbol sé como es esto, es una falta de respeto, cómo te van a comparar a otros clubes; por último, si quieres imitar se imita lo bueno", enfatizó Castillo.
DATO
En conversación con el delegado del club, Ángel Soto Yllense, aseguró que el estar impagos es perjudicial y más por los planes. "Ya está todo, mañana (hoy) viajan los chicos, si se presentan contra Coopsol, a la una de la tarde", indicó.
Diario Correo Chimbote
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