lunes, 28 de abril de 2014

José Gálvez empató en los descuentos

Foto: Jorge Montenegro / ADFP-SD

Tal vez el resultado resulte merecido, pero en el balance general podemos decir que fue injusto para José Gálvez, por todo lo que intentó y las ocasiones claras que generó y que hubieran significado un triunfo, pero lamentablemente para los chimbotanos, no estuvieron acertados en la definición. 

Un empate que puede saber a triunfo, porque los locales ya saboreaban victoria y sentían que esos tres puntos llenaban su bolsillo en el arranque del torneo, además, con poco se estaban llevando un premio que por lo que hizo en el campo, no iba a ser merecido. 

En el papel, José Gálvez era más, pero tenía que demostrarlo en el campo, presionando a su rival, y proponiendo, como no lo tenía acostumbrado el equipo de Zamora. Antes de los diez minutos, Atlético Minero se encontró con un penal, luego de una falta de Larry Yañez en contra de Alexander Salas, una falta que bien pudo obviarse, pero Garay lo cobró. Fue el mismo Salas quien se encargó de vencer a Pantoja, con un disparó a la mano izquierda de Pantoja, quien voló al lado contrario. 

Los locales se pusieron en ventaja, sin hacer mucho, ni merecerlo tampoco, ya estaban arriba en el marcador y le cedieron la iniciativa a los galvistas que intentaron tomar el control del juego pero comenzaron a fallar en los servicios. 

Di Cosmo empezó por izquierda, mientras que Shoro lo hizo por derecha, pero no colaboraba mucho en tapar la salida de los laterales locales, obligando a Yañez a jugar más retrasado, cediéndole terreno al rival por la banda izquierda. 

Después del gol y de varios intentos fallados, Di Cosmo y Shoro cambiaron de posición, dejando a Ibarra en el medio como referente de área, pero no hubo fortuna, porque casi todos los centros terminaban en un rechazo de la defensa naranja o en las manos de Juan Flores. 

Precisamente Di Cosmo tuvo la gran oportunidad de empatar el partido, sobre los 40 minutos, cuando en un pivoteo, se encontró solo con el balón frente a Flores, pero su remate se fue alto y se estrelló en el travesaño, fue la primera clara de los galvistas, ya que se soltó poco a poco, ante lo poco que mostraban los mineros, que solo apelaron al contragolpe a pesar de ser locales. 

La otra gran oportunidad fallada fue, la de Ibarra, quien recibió un buen centro de Encinas, el más claro de la tarde, pero Ibarra no acertó ya que su remate se fue ligeramente desviado del arco de Flores, quien estaba vencido. Así se fueron al descanso, con la sensación de que se podía, y la franja parecía más cerca del empate que Minero de aumentar el marcador. 

El ingreso de Jack Durán, en el inicio de la segunda parte, por Ibarra, quien se fue golpeado, le dio mayor variante al mediocampo, sobretodo porque Salas necesitaba de un complemento, y Durán lo fue, ya que al recostarse por izquierda, se sumó a las trepadas de Encinas quien ayudó mucho en ataque y colaboró en defensa, su despliegue fue importante, aunque no podemos dejar de destacar a Pantoja, quien a pesar del poco trabajo que tuvo lo hizo bien, sobre todo en los dos remates de Natalio Portillo, el primero perdió en el mano a mano ante el portero chimbotano, y el segundo fue un remate fuera del área que complicó a Pantoja, que estuvo enorme. 

Portillo pudo haber liquidado la cuenta en favor de los locales, pero Gálvez continuó en lo suyo, con Shoro, que jugó más de 9, y precisamente recibió una pelota en el área, y de media vuelta remató, pero el balón rebotó en la humanidad de Flores que ya era figura de los Mineros. Gálvez era más, desde los últimos 15 minutos del primer tiempo, se mostraron más agresivos y con mejor criterio para manejar el juego, sobretodo en la segunda mitad, con el aporte de Durán. 

Como dice el dicho, tanto va el cántaro al agua, que finalmente, apareció Guevara Tinoco que reemplazo a Manchego, ante un intento desesperado de Zamora por poner todo en busca de la igualdad, centró al corazón del área, Flores se equivoca en la salida y Hilden Salas que merodeaba en el área no dudo en rematar al arco, venciendo a un bosque de piernas, por donde se coló el balón para decretar el empate, en la agonía del partido. Golazo y punto.

Diario de Chimbote

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