Pónganse de pie y aplaudan a éste grupo de jugadores que se brindaron por entero en su afán de conseguir un triunfo y con dignidad para no manchar la pelota y se jugaron un partidazo.
Atlético Minero, mereció un mejor resultado, la tarea de los mineros desde el pitazo inicial fue encomiable, llegaron al Rosas Pampa a no perder y casi lo logran. Sí continúan jugando de esa manera, seguro que los mineros terminarán siendo los mejores animadores del torneo.
El encuentro se desarrolló bajo una gran presión ejercida por los hinchas hacia el equipo huarasino y ya desde que se movió el balón pedían el gol y en la cancha los ancashinos tropezaban ante una ordenada defensa que les cerraba todos los caminos.
Entonces sabíamos que esa muralla anaranjada, solamente se podía romper con un diferente y a los 25 minutos, apareció el hábil Eyner Vásquez, para sacarse la marca de los Solís y Charún, y sobre el borde del área penal, metió un tremendo zurdazo que el buen golero Castellano, atinó solamente a mirar la caída de su portería. Los mineros no se amilanaron y también porfiaron sobre el arco local y Danfer Doy, estrelló un balón en el parante del arco de Castro.
Para la segunda mitad, el comando técnico de los visitantes mandó al terreno de juego a Ramos y Gonzáles, entonces empezaron los mayores problemas para la retaguardia verde y dorada.
No cabían dudas, los anaranjados querían empatar y ganar, entonces adelantaron sus líneas, situación que aprovechó muy bien el delantero Portillo, cuando se jugaban 18 minutos, para eludir a Azalde y al portero Castellanos y desatar la alegría de la hinchada con el segundo de la noche.
La reacción de la visita fue inmediata y a los 20 minutos, el volante Flores, encontró su zona despoblada y sacó un espectacular derechazo para clavar la pelota en el ángulo superior izquierdo del arco ancashino, un hermoso gol.
Los “naranjas” sabían que podían, creían y se tenían confianza; los ancashinos perdieron la brújula y a los 27 minutos, Doy, se encargó de un tiro libre desde el borde del área penal y con mucha destreza colocó la pelota al extremo derecho de Castro, cuando éste se había “regalado” a su costado izquierdo, el silencio en las tribunas, fue sepulcral.
Los jugadores del Minero, motivados por el empate, buscaron el triunfo ante la desesperación de los ancashinos que ahora jugaban al pelotazo, que rindió sus frutos a los 35 minutos, cuando Portillo, forzó una jugada con el arquero rival y la pelota quedó dando botecitos, para que Vicente, que la hizo suya, pudiera mandarla por elevación al arco minero, la caída de la pelota parecía nunca acabar y entonces cuando recién besaba las redes, las gargantas se soltaron para gritar un largo y profundo gol ancashino.
Sinceramente, una victoria muy sufrida y luchada, Sport Áncash y Minero respetaron el fútbol y defendieron sus colores como deben hacerlo los futbolistas que se precian de ser profesionales.
