Días antes del partido con Ugarte por la fecha 17 del torneo de la Segunda División, los rumores de la perdida de cuatro puntos por deudas a la SAFAP, llegaron a mí.
Trate en lo posible indagar sobre el tema, averiguando a cuantos conocidos tenga en Lima, la noticia me había llegado desde allí hasta Huaraz, una voz amiga me ponía en alerta roja, “En cualquier momento al Áncash lo descienden, se estará dando en los próximos días el trámite de la resolución”.
No me quiso explicar más como obtuvo la información, pero le alcance a decir que se cercioré bien, que era un tema muy delicado. El día anterior algunos de los jugadores también manejaban la misma información, tal vez porque siempre estaban en contacto directo con su misma Agremiación.
Supe que el Sr. José Mallqui desde Lima hacía todo tipo de esfuerzos por evitar ello, quería impedir a toda costa que su sueño de años se derrumbara. El Sport Áncash llegó a primera procedente de la Copa Perú 2004, cuando venció en el estadio Nacional a Deportivo Municipal, desde ese entonces el equipo verde dejo de ser de Mallqui y pasó a convertirse en patrimonio de un pueblo, el orgullo de Huaraz, la alegría del Callejón de Huaylas.
Con los años y luego de algunas temporadas buenas, incluyendo una excelente participación en la Copa Sudamericana, el equipo descendió a Segunda y con él se llevó una cuantiosa deuda originada desde su misma participación en Primera, en varios casos fue el pago a jugadores nacionales y extranjeros que no habían tenido un buen rendimiento y al cual se les separo del plantel en pleno torneo, pero pagándoles su sueldo completo hasta el final del contrato, esos salarios eran elevados, y con el correr del tiempo eso paso factura.
Muchos periodistas huaracinos discrepan con el Presidente del Sport Ancash, pero reconocen que puso gran parte de su capital, inclusive vendió algunos de sus colegios para solventar campañas, eso sí es admirable, arriesgar su capital por amor al fútbol.
Pero las malas decisiones tarde o temprano cuestan caro, y eso lo que pasó, ahora tal vez sea tarde para rectificar errores, ahora debe estar haciendo una introspección, me lo imagino porque lo conocí durante estas últimas cuatro semanas, pensante, reflexivo, calculador.
A pesar que creo siempre seremos corrientes ideológicas totalmente opuestas, y que el último lunes nuestra relación laboral se resquebrajo por completo, no me lo imagino a José Mallqui en algún proyecto que no sea fútbol, cuidado el sueño de la amenaza no ha muerto, sólo descansa en algún lugar de sus pensamientos.
Por Víctor Bullón Bravo – Técnico de Fútbol
Foto: Puno Deportes