
En un partido donde quedó demostrado el compromiso y coraje de los jugadores, José Gálvez jugando con diez hombres, logró empatar a Deportivo Coopsol a dos goles, en partido jugado ayer en el estadio “Romulo Shaw Cisneros” de Chancay, correspondiente a la segunda fecha de la liguilla del campeonato de segunda división.
Con algo de parsimonia en la primera etapa, la franja sufrió los embates del rival, que se puso adelante en el marcador, con dos goles en esta primera parte, lo cual pudo y mereció haber sido remontada por los galvistas, pero falto efectividad y algo de fortuna.
Desde los primeros minutos, los locales salieron con ganas de aguarle la fiesta a Gálvez, tratando de aprovechar los pases largos, para intentar coger algún rebote que les permita ponerse arriba en el marcador.
Fue así que apenas a los dos minutos, uno de los defensas que más se sumó al ataque en Coopsol, Ratto, fue el primero que intento con un remate de fuera del área, pero su disparo se fue por encima del arco de Flores.
Mientras que por los chimbotanos, solo se mostró Allende en una incursión, después de un centro d Santa Cruz, pero el delantero fue cogido dentro del área por Salas, pero Chang se hizo de la vista gorda, permitiendo la falta del rival, que derribó al delantero chimbotano dentro del área.
Los locales continuaban con el mismo libreto, tratar de sorprender de media distancia, y una muestra de ello fue el remate de Córdova que avisaba en la portería de Flores que respondió bien ante la exigencia, cuando se jugaban 12’minutos del primer tiempo. José Gálvez poco a poco se fue parando mejor en el terreno de juego, por lo menos trató de ordenarse y evitar ser sorprendido mal parado, pero no tuvo en Medina, el conductor que esperaba, porque anduvo errático y con poca dinámica.
Aun así, a los 21’ minutos, Ronceros tomó la pelota dentro del área, luego que Muro la soltara, y fue trabado por Ratto, pero una vez más Chang ni se inmuto, y dejo que siga la jugada. Fue así que en este primer tiempo, los galvistas parecían tomar el control del juego, hasta que un tiro libre, a los 36’minutos, permitió que Juan Carlos Pérez de cabeza, como en la primera fecha del campeonato, vulnerara la valla de Flores. Fue el uno a cero a favor de Coopsol, cuando el partido estaba parejo.
Casi de inmediato, José Gálvez se fue en busca del gol de la igualdad, y en una escapada de Allende, este paso a Muro, y su centro atrás, no tuvo un receptor y se perdió en las piernas de los defensores amarillos.
La franja, estaba jugando en ataque, y fue sorprendido nuevamente, después de un veloz desborde de Navarrete, este sacó el centro al corazón del área, donde ingresó totalmente solo Córdova, quien solo añadió la pelota en el arco galvista, decretando el dos a cero, con el cual se fueron al descanso.
En el entretiempo, la “guapeada” de Rafo Castillo estuvo dirigido a la solidaridad que debía tener el equipo, de mostrarse fuerte como equipo, como grupo, y de convencerse de que si podían remontar el marcador adverso.
Los galvistas salieron al campo con otra intención, con las ganas de echar el resto y rescatar por lo menos un punto, algo que talvez, Cabada equivocó, al dejarse llevar por el ímpetu, y en una supuesta agresión en contra de Ceballos, Chang, estuvo presto, como no lo estuvo para cobrar las faltas de Coopsol, y le mostró la roja directa al defensor galvista. El camino se hacia cada vez, cuesta arriba, pero en el campo, ya estaba Juan Luna, quien solo hizo más, y tuvo ocupado a los defensas locales.
El partido se hizo casi de un solo lado, a pesar que los chimbotanos estaban en desventaja numérica, eso ni se notó porque Coopsol se tiro atrás, esperando controlar el rival, y mantener el resultado a cualquier precio, apelando solo al contragolpe.
Coopsol se defendió como equipo que se juega el descenso, no era ni la sombra de aquel equipo que esta tercero, porque sus jugadores, todas las reventaban, dejando la sensación que la franja era más, pero estaba perdiendo ante un equipo con limitaciones técnicas notorias, y eso daba bronca.
Medina seguía en lo suyo, y eso se notaba, porque el equipo solo apelaba al pelotazo, tratando de ganar por arriba con Luna y Santa Cruz, porque simplemente Medina no anduvo en una buena tarde, e hizo extrañar mucho más a Cordero.
Pero así fueron pasando los minutos, con un Muro preguntando la hora, tratando de hacer pasar el tiempo, temiendo, cuando estaban en ventaja numérica, y con la complacencia del árbitro.
Fue entonces que a siete minutos para finalizar el encuentro, Juan Luna, aprovechó el buen pivoteo de Santacruz, y luego de acomodar la pelota, colocó el esférico al costado de Muro, decretando el descuento, y metiendo más ganas al grupo que se jugo con todo en busca del empate.
Cuando Chang había otorgado cuatro minutos de compensación, a los 91’ minutos, apareció Javier Salazar, quien tantas veces había chocado con Muro, y no obtuvo un premio a su esfuerzo, sufriendo las burlas del portero, logró colarse en el área, y ante el pase de Posito, se metió con todo y solo añadió la pelota en el fondo del arco de Coopsol, decretando el empate galvista, y gritándole el gol en la cara a Muro, que se quedo mudo, y sin reacción.
El tiempo no dio para más, José Gálvez, terminó atacando, con un Coopsol metido en su área, tratando de que el castigo no sea mayor, o tal vez implorando un milagro, o una ayudita de Chang, quien hizo sonar su silbato dando por finalizado el partido, con el empate revitalizador para José Gálvez, que debió ganar, claro, con otro arbitraje, y con un poco más de tiempo.
Diario de Chimbote