Con mucho orden y total entrega de sus jugadores, Mannucci
logró un gran triunfo 1-0 ante UD Chulucanas superando al rival, al árbitro y a
la violencia reinante Zarumilla. La revancha es este miércoles en Ascope.
El orden defensivo trabajado durante la semana por Eusebio
Salazar dio sus frutos en Zarumilla. Durante los 90 minutos los tumbesinos
controlaron el balón pero rotándolo improductivamente para terminar cayendo en
la desesperación de sus jugadores y de su público. Mannucci por su parte,
esperó con inteligencia y con el golazo de Marco Llave dio el golpe que pone a
la tricolor con un pie en cuartos de final.
Los carlistas no sólo estuvieron bien parados en zona
defensiva, también buscaron el arco rival gracias al buen trabajo de Bremen
Horna, importante refuerzo en la volante tricolor. Cordero y Talledo tuvieron
una labor más de sacrificio que de generación al jugar algo más retrasados,
mientras que Carranza y Llave lucharon todo arriba y dieron más de un problema
a la defensa local.
Después de ocasiones perdidas principalmente por los
locales, sobre los 40 minutos y tras un buen avance por izquierda, Bremen Horna
envía un centro preciso para la cabeza de Marco Llave que conecta y la manda al
fondo. Golazo tricolor gritado en la tribuna popular del estadio y en todo
Trujillo.
Tras el gol la hostilidad de la barra local se incrementó
con agresiones a la banca de suplentes y a la hinchada visitante, todo
controlado con la intervención policial.
En la segunda mitad la UDCH tendría ventaja. A los 8 minutos
el juez Romel López expulsa a Frank Aivar por una supuesta falta y sobre los 20
el árbitro sanciona un penal por motivos nada claros. Miguel Otero se paró
frente a Miguel Pajares y su potente remate salió desviado besando el
travesaño. Perder esta ocasión fue un golpe anímico para los tumbesinos, la
superioridad numérica les aseguraba dominar el balón pero nunca pudieron llegar
con claridad. El trabajo de la dupla de centrales mannuccistas Javier Salazar y
Edinho Terrones fue impecable y mejor aún la labor del portero Miguel Pajares.
El 0-1 final estaba escrito.
Problemas
La fiesta del fútbol fue empañada por delincuentes
disfrazados de hinchas que lejos de alentar a los suyos lanzaron piedras al
campo de juego y a los hinchas trujillanos. Tras el final del encuentro, la
policía tuvo un largo enfrentamiento con estos desadaptados hasta finalmente
repelerlos, para permitir una hora después la salida segura del plantel
trujillano.
Este accionar no sólo es reprochable para las hinchas
locales, también para medios de prensa tumbesinos que transmitieron información
maliciosa para generar un clima de guerra en torno a este encuentro. El plantel
tricolor antes, durante y después del encuentro supo que UD Chulucanas presentaba
un plantel con muy buenos jugadores y nunca subestimó ni menospreció al rival.
En Zarumilla primó la violencia, pero triunfó el fútbol.
Prensa Carlos A.
Mannucci