
El Club Deportivo Alianza Unicachi continúa con su preparación para afrontar con éxito el torneo de la Segunda División cuando se inicie a fines de abril. La directiva conformada por la familia Coarita y el técnico, Rubén Toribio Díaz, así como el pueblo puneño se unen en esta causa de llevar el fútbol profesional a Puno.
Sin embargo, no se puede negar que los problemas del fútbol peruano no son solo de la Primera División, también alcanzan a la Segunda y la Copa Perú. Pero la directiva de Alianza Unicachi propone un trabajo serio y un presupuesto acorde a su realidad, que le permita disputar de principio a fin el título del torneo de ascenso.
El presidente de Alianza Unicachi de Puno, Rafael Coarita, señala que el club se somete a una reingeniería que le permitirá jugar con identidad y sobreponerse a los cuantiosos problemas que hay en el fútbol peruano.
"Para Alianza Unicachi el fútbol tiene que continuar con su esencia deportiva y competitiva, porque no somos ajenos a esta problemática que viene desde años atrás y que ahora tocó fondo, por lo mismo, apostamos para hacer fuerza con todas las instituciones responsables, con interés directo e indirecto, para encontrar sino una solución inmediata, al menos para empezar la reingeniería de nuestro fútbol profesional, porque ya estamos dando muchas ventajas con esta desorganización, y eso se expresa en los fracasos en las competencias internacionales", refiere Coarita.
Lleva pocas semanas al frente de Alianza Unicachi y se siente un puneño más. Rubén Díaz es el técnico y ha conseguido la llegada de Diego Martínez, Carlos Ísmodes, Rubén Díaz, y posiblemente Germán Carty.
"Me he identificado con esta institución porque compartimos un mismo objetivo: campeonar. Y quienes me conocen saben que yo no soy de hablar mucho, pero sí de trabajar bastante. A mí me gusta lograr objetivos", comentó "Panadero".
Ovación Digital